Perder peso después del embarazo
Perder peso después del embarazo, es una de las cosas que suelen preocupar a las mamás recientes ya que generalmente aunque se haya mantenido una buena alimentación y se haya controlado el peso durante el embarazo, la mayoría de las mamás suelen coger algunos kilos extra.
Si después de dar a luz, comienzas a dar el pecho, es mucho más fácil perder esos kilos de más, ya que el consumo calórico que genera la producción de leche, hace que el peso se pierda de manera natural y mucho más rápida.
No obstante, no todas las mamás son iguales por lo que no todas consiguen perder peso después del embarazo que desean de manera natural y es probable que necesiten hacer un poco de dieta después de terminar de dar el pecho.
Es importante que durante la lactancia, no te obsesiones con perder el peso del embarazo y no empieces a hacer dietas hipocalóricas, ni dietas milagro. Durante la lactancia es necesario ingerir entre 2000 o 2800 calorías como mínimo, ya que si ingieres menos calorías puede afectar, no solo a la cantidad de leche producida, sino también a su calidad.
Eso sí, aunque no hagas una dieta ya que no es el momento más idóneo para perder peso después del embarazo,es importante, sobre todo para que después de la lactancia te resulte más fácil deshacerte de los kilos de más, que en el período de lactancia sigas una dieta equilibrada, sin ingerir demasiadas grasas saturadas, que no tomes demasiados dulces y sobre todo, tomar muchos alimentos ricos en proteínas, hidratos de carbonos, como carnes, pescado, legumbres y sobre todo fruta y verdura. Vamos lo que todas ya sabemos de sobra verdad? Pero entiendo por experiencia propia, que justo en el momento en el que más demanda tu bebé, o solo en atención, con falta de horas de sueño, cólicos…tampoco es plan de encima estar midiendo al milímetro lo que comemos, así que mi recomendación es que no te sientas mal por atacar la nevera, en esos momentos de desesperación o en los pocos momentos de relax que tienes.
Ya perderás los kilos cuando te lo propongas y si te apetece de verdad, que al fin y al cabo si no son muchos tan poco es para tanto. Y qué narices, que acabas de ser madre, ¿Y si tienes unos kilos de más, qué?
No obstante, una vez que acabes la lactancia, si de verdad quieres perder el peso de después del embarazo, sí que puedes optar por seguir una dieta hipocalórica, siempre preguntando primero a tu médico o nutricionista.
Nunca te aventures a hacer una dieta sin que un médico valore realmente tu estado general de salud, por ejemplo tendrán que verificar que tus niveles de azúcar o de hierro en sangre son óptimos, sino podría resultar perjudicial para tu salud.
En mi vida, he realizado y probado multitud de dietas, pero la más efectiva que hice nunca para perder peso después del embarazo, fue una dieta basada en la dieta mediterránea, con la que tras un año, logré perder 19 kilos.
En mi embarazo cogí 25 kilos, después de dar a luz y de manera natural perdí 12 kilos. Sin embargo todavía necesitaba perder bastantes kilos, no solo los kilos que que había ganado con el embarazo sino los que ya me sobraban de antes.
Lógicamente fui a un centro de nutrición en el que me hacían un seguimiento semanal y cada semana había un grupo en el que se trataban diversos temas para enseñar a comer, las propiedades de los alimentos, trucos para evitar los ataques de ansiedad, consejos para saber hacer la compra…es decir era mucho más que un papel con una dieta.
De este modo, con disciplina y tomándomelo en serio fui capaz de perder 19 kilos, eso si nada de milagros, fue en un año. Y no penséis que fue cosa mía, la mayoría de las personas que seguían la dieta a la vez que yo, también conseguían ir bajando peso de manera saludable y constante.
Lo más importante de la dieta, era que comía de todo, ya que estaba basada en la dieta mediterránea.
Nada de quitarse el pan, nada de quitarse los hidratos de carbono, ni barbaridades varias…y tampoco era plan de contar calorías, simplemente había que ingerir raciones concretas de lácteos, fruta, proteínas, hidratos de carbono y un máximo de dos cucharadas de aceite al día. Lo mejor la verdura y las hortalizas no tenían ningún límite….
Lo mejor era que además la dieta te permitía poder tomar a la semana 350 calorías libres, para cualquier capricho que quisieras, que podías o bien distribuir a lo largo de la semana o dejarlas todas para la cena con los amigos del fin de semana.